(LPR) . - Nuestro Sur a vivido desde fines de los años 90 un proceso de renovación institucional surgido de la participación y la aparición en la arena pública de los sectores sociales que el neoliberalismo excluyó (y excluye) desde la famosa crisis del petróleo en 1973. Venezuela y Bolivia modificaron sus constituciones de modo que se democratizaron las estructuras políticas y sociales. Ecuador, no se quedó atrás. Luego de comenzar a revisar detalladamente la legalidad de la deuda externa ecuatoriana, el siguiente paso fue iniciar un proceso constituyente.
De todos los votos positivos computados, el 69% votó afirmativamente la nueva Constitución Política elaborada por la Asamblea Nacional Constituyente. Los principales ejes de la nueva Carta Magna ecuatoriano son la Democracia Participativa, y la economía social. Además se incluyeron los derechos de las nacionalidades indígenas a partir del concepto de Estado plurinacional. Además, esta nueva legislación abrirá para el próximo un proceso de elección total de nuevas autoridades.
El gobierno de Rafael Correa, se suma entonces, a estos nuevos tiempos en el continente, donde el concepto de nación latinoamericana para cada vez una realidad concreta. Mientras tanto… en nuestro país nos seguimos preguntando si la reforma neoliberal del año ’94 seguirá vigente o si el pueblo se abrirá a un nuevo proceso constituyente. En estos días, la respuesta se hará presente
