(LPR, CABA). -Titular de cátedra en las facultades de Derecho y de Comunicación de la UBA, ex Secretario de Comunicaciones de la Nación, desde diciembre de 1999 hasta diciembre de 2001 y asesor del Consejo de Consolidación de la Democracia en 1987, entre otros muchos cargos, Henoch Aguiar es palabra autorizada a la hora de discutir una nueva ley que regule los servicios de comunicación audiovisual en Argentina. El aporte que realiza en esta entrevista, al revisar ciertos conceptos de la propuesta presentada, está basado en el derecho, pero no por eso olvida lo político. Eso, además de su extenso conocimiento sobre el tema, no sólo torna a su opinión muy interesante, sino que ayuda a la comprensión y discusión de muchos conceptos.
La Posta Regional - ¿Por qué es importante la sanción de la nueva Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual?
Henoch Aguiar - La ley es algo que había que renovar. En principio, esta ley, por ser antigua, ya no contempla muchas cosas y además, tiene un esqueleto muy falseado. Es una ley que, si bien ha sido emparchada con quichicientos decretos de la democracia, no termina de estar funcionando. La gran prueba es que el COMFER está intervenido por un único interventor y así ese comité, que significa pluralidad, más de uno, no es ni federal ni comité. La intervención es un estado de anormalidad. Esto debe resolverse con una Ley que, además, permita que muchos “chicos” en el país puedan empezar a participar de nuevo. Un ejemplo de esto: en Santa Rosa, capital de La Pampa, hay un canal de televisión, público, provincial. La Cooperativa de La Pampa quiso poner un canal de televisión, nunca pudo. Hay cinco frecuencias que están vacantes, muertas de hambre. Son cinco canales en donde la gente podría expresarse, que no han sido utilizados. Nunca jamás se disputó una sola de las cinco frecuencias vacantes en los últimos 29 años. Entonces, la radiodifusión no hace un juicio, un desarrollo y después un control. No, está estancada. Otro caso: televisión por cable. No se ha podido instalar un nuevo servicio de TV por cable desde el año 2000 hasta la fecha.
LPR - ¿Por qué cree que la discusión de la Ley ha generado tanto rechazo de parte de algunos medios y referentes políticos?
HA - Hay un problema, y es que esta ley es una ley de fondo. Y se está tocando en un momento de doble conflicto, como todos lo sabemos. Hay, por un lado, un conflicto político, en el que cada cual dice que el otro es malo y feo (si sumamos las opiniones de todos, no quedó uno solo lindo en Argentina) y, por otro lado, un conflicto con un grupo de medios. Entonces, se han armado dos River-Boca. La verdad es que una ley necesita de serenidad para discutirse. Y, en este River-Boca, uno dice “idiota”, el otro dice “oligofrénico”, después se insultan mutuamente a la madre y a la abuela y la verdad es que nada de eso es cierto, son los exabruptos de la política. Entonces parece que hoy en día, el debate en torno a la radiodifusión pasa por estar a favor o en contra. Yo no estoy ni a favor ni en contra, por ejemplo, del Código Civil, de la ley que pensó Vélez Sársfield. No es así. Respeto a Vélez Sársfield, también le modificaría cosas al Código, pero, con una ley no se puede estar a favor o en contra, no es tan terrible como parece. Entonces, hay que serenar los ánimos y pensar más tranquilos, lo que les cuesta mucho tanto a la oposición como al Gobierno. Yo soy radical, pero, la verdad, no entiendo eso de lanzar gritos de que la ley nos asemeja a Venezuela, etcétera. No sé cómo es allá, pero, realmente, hay para debatir, hay para profundizar como la ciudadanía se merece y los que podemos aportar algo debemos hacerlo pensando, no peleándonos y tirándonos una ley por la cabeza.
LPR - ¿Y por qué, entonces, la oposición no discute los artículos de la Ley, pero sí, en cambio, cuestiona el momento político y demás?
HA - A ver, la ley también tiene algunos artículos que han sido pensados políticamente. La ley no está hecha por hadas. Hubo, seguramente, un grupo técnico que la redactó y después alguien le agregó algunos condimentos, que son estocadas para alguna gente. Nadie es totalmente ingenuo en esta pelea. Pero, por eso, deberíamos dejar de lado esas peleas y empezar a trabajar, lo cual por ahora estamos haciendo, por ejemplo en estos ámbitos. La ley, efectivamente, tiene algunas inconsistencias, pero es normal eso. ¿Cuándo no ha sucedido? Ahora, una cosa es marcar las inconsistencias, y otra cosa es decir “no se puede nada”. Es cierto que, en estas circunstancias, eso va a ser difícil, pero como la ley no se va a tratar antes de las Elecciones, espero que cuando, de verdad, haya pasado todo este runrún, de aquí a tres meses, podamos sacar todas las opiniones buenas y comenzar a trabajar.
LPR - Usted habló de inconsistencias. ¿Cuáles podría comentarnos?
HA - Una de las inconsistencias suele ser que cuando se busca evitar la concentración se ponen límites a la titularidad de licencias, que son límites fijos. O sea, yo te digo que no podés tener más de 10 licencias en todo el país. ¿Es lo mismo tener 10 pequeñas FMs de baja potencia en diferentes partes del país a tener 10 canales de televisión abierta en las 10 ciudades principales de Argentina? Obviamente, no. Entonces, me parece que los criterios que son demasiado rígidos en algún momento escapan a la realidad, y pueden aparecer, de todas formas, desigualdades muy fuertes. Otra cosa pasa con los criterios más abiertos. Por ejemplo, hay una norma de la ley que está muy bien. Dice: “Podés tener una FM en una localidad, podés tener 2 también…pero sólo si hay más de 8”. Eso ya es otra cosa, un artículo flexible y abierto, no es lo mismo tener 2 radios si hay 5 en total, que si hay 9. En ese punto se verifica ese criterio, en otros no. Hay como diferentes cabezas, diferentes pensamientos que han trabajado sobre la ley y me parece que eso puede terminar infectándola. Y otra cosa muy importante, cuando la ley habla de concentración. La concentración ha sido producto de una política de Gobierno de los últimos años. En algunos casos, por ejemplo el cable, el COMFER no te da permiso para instalar un nuevo sistema desde el 2000 hasta la fecha, con De la Rúa, con Duhalde y con Kirchner. Entonces, cuando vos cerrás un mercado, ¿Qué sucede? Se concentra. Entonces, la concentración es producto de una política del Estado. Por eso, primero habría que abrir, no recortar. Así, esta no es una Ley que llegue en un momento perfecto. Entonces, hay que analizar las dinámicas, qué es lo que ha pasado, por qué estamos aquí, y no tener una visión que niegue la realidad.
LPR - De todas formas, y más allá de ciertas inconsistencias, ¿La Ley es una buena base?
HA - Es una buena base el que discutamos esto. Como Ley, le veo muchos puntos flojos, de técnica legislativa, etcétera, pero nada que no sea subsanable. Lo que importa es que estamos en camino. He conocido muy buenos proyectos, hasta pude haber hecho alguno, pero el tema es que no se trataron. Entonces, lo bueno es que se empiece a tratar para llegar a destino, pero no de cualquier forma, no con un Boca-River.
La Posta Regional - ¿Por qué es importante la sanción de la nueva Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual?
Henoch Aguiar - La ley es algo que había que renovar. En principio, esta ley, por ser antigua, ya no contempla muchas cosas y además, tiene un esqueleto muy falseado. Es una ley que, si bien ha sido emparchada con quichicientos decretos de la democracia, no termina de estar funcionando. La gran prueba es que el COMFER está intervenido por un único interventor y así ese comité, que significa pluralidad, más de uno, no es ni federal ni comité. La intervención es un estado de anormalidad. Esto debe resolverse con una Ley que, además, permita que muchos “chicos” en el país puedan empezar a participar de nuevo. Un ejemplo de esto: en Santa Rosa, capital de La Pampa, hay un canal de televisión, público, provincial. La Cooperativa de La Pampa quiso poner un canal de televisión, nunca pudo. Hay cinco frecuencias que están vacantes, muertas de hambre. Son cinco canales en donde la gente podría expresarse, que no han sido utilizados. Nunca jamás se disputó una sola de las cinco frecuencias vacantes en los últimos 29 años. Entonces, la radiodifusión no hace un juicio, un desarrollo y después un control. No, está estancada. Otro caso: televisión por cable. No se ha podido instalar un nuevo servicio de TV por cable desde el año 2000 hasta la fecha.
LPR - ¿Por qué cree que la discusión de la Ley ha generado tanto rechazo de parte de algunos medios y referentes políticos?
HA - Hay un problema, y es que esta ley es una ley de fondo. Y se está tocando en un momento de doble conflicto, como todos lo sabemos. Hay, por un lado, un conflicto político, en el que cada cual dice que el otro es malo y feo (si sumamos las opiniones de todos, no quedó uno solo lindo en Argentina) y, por otro lado, un conflicto con un grupo de medios. Entonces, se han armado dos River-Boca. La verdad es que una ley necesita de serenidad para discutirse. Y, en este River-Boca, uno dice “idiota”, el otro dice “oligofrénico”, después se insultan mutuamente a la madre y a la abuela y la verdad es que nada de eso es cierto, son los exabruptos de la política. Entonces parece que hoy en día, el debate en torno a la radiodifusión pasa por estar a favor o en contra. Yo no estoy ni a favor ni en contra, por ejemplo, del Código Civil, de la ley que pensó Vélez Sársfield. No es así. Respeto a Vélez Sársfield, también le modificaría cosas al Código, pero, con una ley no se puede estar a favor o en contra, no es tan terrible como parece. Entonces, hay que serenar los ánimos y pensar más tranquilos, lo que les cuesta mucho tanto a la oposición como al Gobierno. Yo soy radical, pero, la verdad, no entiendo eso de lanzar gritos de que la ley nos asemeja a Venezuela, etcétera. No sé cómo es allá, pero, realmente, hay para debatir, hay para profundizar como la ciudadanía se merece y los que podemos aportar algo debemos hacerlo pensando, no peleándonos y tirándonos una ley por la cabeza.
LPR - ¿Y por qué, entonces, la oposición no discute los artículos de la Ley, pero sí, en cambio, cuestiona el momento político y demás?
HA - A ver, la ley también tiene algunos artículos que han sido pensados políticamente. La ley no está hecha por hadas. Hubo, seguramente, un grupo técnico que la redactó y después alguien le agregó algunos condimentos, que son estocadas para alguna gente. Nadie es totalmente ingenuo en esta pelea. Pero, por eso, deberíamos dejar de lado esas peleas y empezar a trabajar, lo cual por ahora estamos haciendo, por ejemplo en estos ámbitos. La ley, efectivamente, tiene algunas inconsistencias, pero es normal eso. ¿Cuándo no ha sucedido? Ahora, una cosa es marcar las inconsistencias, y otra cosa es decir “no se puede nada”. Es cierto que, en estas circunstancias, eso va a ser difícil, pero como la ley no se va a tratar antes de las Elecciones, espero que cuando, de verdad, haya pasado todo este runrún, de aquí a tres meses, podamos sacar todas las opiniones buenas y comenzar a trabajar.
LPR - Usted habló de inconsistencias. ¿Cuáles podría comentarnos?
HA - Una de las inconsistencias suele ser que cuando se busca evitar la concentración se ponen límites a la titularidad de licencias, que son límites fijos. O sea, yo te digo que no podés tener más de 10 licencias en todo el país. ¿Es lo mismo tener 10 pequeñas FMs de baja potencia en diferentes partes del país a tener 10 canales de televisión abierta en las 10 ciudades principales de Argentina? Obviamente, no. Entonces, me parece que los criterios que son demasiado rígidos en algún momento escapan a la realidad, y pueden aparecer, de todas formas, desigualdades muy fuertes. Otra cosa pasa con los criterios más abiertos. Por ejemplo, hay una norma de la ley que está muy bien. Dice: “Podés tener una FM en una localidad, podés tener 2 también…pero sólo si hay más de 8”. Eso ya es otra cosa, un artículo flexible y abierto, no es lo mismo tener 2 radios si hay 5 en total, que si hay 9. En ese punto se verifica ese criterio, en otros no. Hay como diferentes cabezas, diferentes pensamientos que han trabajado sobre la ley y me parece que eso puede terminar infectándola. Y otra cosa muy importante, cuando la ley habla de concentración. La concentración ha sido producto de una política de Gobierno de los últimos años. En algunos casos, por ejemplo el cable, el COMFER no te da permiso para instalar un nuevo sistema desde el 2000 hasta la fecha, con De la Rúa, con Duhalde y con Kirchner. Entonces, cuando vos cerrás un mercado, ¿Qué sucede? Se concentra. Entonces, la concentración es producto de una política del Estado. Por eso, primero habría que abrir, no recortar. Así, esta no es una Ley que llegue en un momento perfecto. Entonces, hay que analizar las dinámicas, qué es lo que ha pasado, por qué estamos aquí, y no tener una visión que niegue la realidad.
LPR - De todas formas, y más allá de ciertas inconsistencias, ¿La Ley es una buena base?
HA - Es una buena base el que discutamos esto. Como Ley, le veo muchos puntos flojos, de técnica legislativa, etcétera, pero nada que no sea subsanable. Lo que importa es que estamos en camino. He conocido muy buenos proyectos, hasta pude haber hecho alguno, pero el tema es que no se trataron. Entonces, lo bueno es que se empiece a tratar para llegar a destino, pero no de cualquier forma, no con un Boca-River.